viernes, 8 de mayo de 2009

San Felipe y Santiago de Montevideo - I

¿Donde está el viejo puerto de Santa María? ¿Y el Mar de Solís? Ayer lo vi, en San Felipe y Santiago del Montevideo; me bañé en el Río de la Plata, y seguía siendo el Mar Dulce ¿Quién le robó el río al lado oeste? Acá ya no hay Romà, no hay tablados para bulerías, ni playa, ni quilombos, ni río, ni nada. Yo me vuelvo al Barrio Sur o a la Teja o a Palermo. Y si no vuelvo les cuento, a los que no, los que no puedan conocer Montevideo (o no tienen tiempo): En Montevideo, en otoño hace frío, frío de río, pero no te duele, y en Montevideo me volví a reír solo pero acompañado de angelitos murgueros, y para viajar en omnibus no necesite comprar giladas y recaudar monedas. En Montevideo, no se hacen los qué, los que son, ni son de graves apologías del yo. En Montevideo fui al teatro gratis, y encima me dijeron gracias por venir. En Montevideo el río es un río y la cancha de futbol un lugar para disfrutar el domingo y dicen no seas malo; y yo que tanto necesito de gente que no sea mala ( para malo, un servidor) y esa gente de san felipe y santiago, me trata muy bien y en Montevideo encontré de a ratos, como dice Sofía, la felicidad de los niños. En Montevideo puedo ser un feliz huesped o Puedo ser /- si me invitas - /tu vecino de a tres cuadras/ tu amigo /tu primo /tu-yo-nos-vos. /puedo? /dormir en tu mesa /comer en tu cama /cerrar la puerta /abrir la ventana /reírme de tu risa /arreglar la plomería /hacer tortillas /comer guiso de otoño /disfrutar un tango y tu cintura /al mismo /t i e m p o o también puedo ser tu huesped.

En Montevideo, Nada es una grapa a las diez de la mañana en Tristan Narvaja y mi hermanoamigo Madavi y su lágrima de hombre, apretada, escondida y a la vista y un picado en la Playa con todos los hermanos, y la Tribu entera en el cumpleaños de Alvaro Rey. Y la sonrisa cuando llegué y el arriba! sin mucho espamento, cuando me fui. Linda ciudad, pero chiquita, suelen decirme algunos: Amigos, Las poblaciones no se miden en kilometros, edificios ni cantidades, la ciudad, Ancha o Garó en mi mundo más deseado, se cuenta por hogar en su mas antigua acepción: el fuego donde se cocina para los compañeros. Montevideo: El que sabe sabe, y el que no dice que es chiquita. Y En Montevideo, un Viejo del Mar me contó la historia del Tesoro R. En la próxima les cuento

3 comentarios:

  1. desde san felipe y santiago, desde este 5º monte visto de este a oeste (segun los portugueses)te digo simplemente...gracias! por aki esperamos tu retorno!!! la teja te espera!!! es un alago que escribas esto de mi humilde ciudad.
    besotes javi!!!
    may..

    ResponderEliminar
  2. bueno es ver gente que gusta de la poesia de mi coterraneo Gonzalo!!!!! y como el decia en algunos de sus escritos, "oh!! mi amada Medellin" y spero que el resto lo conozcan....

    ResponderEliminar